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El escenario y las posibilidades que nos deja el referéndum

Por Arturo Ayala Del Río

Publicado: 2018-12-09


1. La población ha dado un mensaje importante que debemos saber interpretar. Las “reformas” en sí pasaron a un segundo lugar frente al posicionamiento de la población contra la corrupción, según como lo entendieron las mayorías. Optar por una posición distinta desde la izquierda habría sido un error, no se puede fragmentar más las respuestas frente a una población que busca certezas.

2. La convocatoria al referéndum fue un mecanismo de desfogue de las tensiones existentes en nuestra sociedad, promovido desde el poder hegemónico, a partir de los escándalos de corrupción y la movilización ciudadana. Ha sido, también, un instrumento para el posicionamiento de Vizcarra. Constituye una jugada astuta de la derecha que nos lleva a pensar bien con qué fuerzas contamos desde la izquierda para generar un escenario propio o actuar en el escenario adverso.

3. El golpe de hoy no ha sido sólo hacia el apro-fujimorismo, sino a su principal centro de operaciones, el Congreso de la República, y al ente que avala la impunidad, el Poder Judicial. La ausencia de legitimidad evidenciada es un llamado a la movilización para la convocatoria a elecciones adelantadas y cierre del Congreso, así como a una profunda reforma del sistema de justicia y a la regeneración moral de la política.

4. Vizcarra es un actor de derecha cuyo capital político reside en el ejecutivo pero que no tiene partido, operadores, ni capacidad de movilización más allá de medidas efectistas, que son limitadas. Hoy su gobierno busca iniciar una serie de reformas neoliberales de flexibilización laboral, eso va a confrontarlo con la movilización sindical y popular, dando dos escenarios posibles a futuro: las derechas se alinean y queda demostrada frente a la población la farsa democratizadora de Vizcarra, o el enfrentamiento entre derechas se mantiene debilitando aún más al Poder Ejecutivo frente a los sectores movilizados, como ya ocurrió con un Ollanta Humala aislado y su derrota con la derogatoria de la “Ley Pulpín”.

5. De haber ganado el NO, las fuerzas conservadoras entorno al apro-fujimorismo se reordenaban y fortalecían. El apro-fujimorismo sí mantiene un vínculo directo con los sectores populares, la crisis y debilidad de este binomio debe ser la invitación a que la izquierda recupere su vinculación con los sectores populares. Los filo-fascismos que apreciamos en otros países tienen como objetivo este sector social, ayudados por la estructura de las iglesias evangélicas que juegan un rol político.

6. El voto viciado es el desconocimiento político de un proceso. Siendo legitimo es, por decir lo menos, irresponsable. Se da un mensaje que no iba a ser administrado ni por Arana, ni por Santos, por ejemplo, sino que abona al surgimiento de posturas autoritarias que podrían ser también de derecha. Es, además, una posición de auto-complacencia y abstencionista en una coyuntura que exige dejar de aislarnos.

7. En resumen, el apro-fujimorismo y, por ende, el Congreso de la República ha sido derrotado. El conflicto en las derechas se mantiene con un Vizcarra que depende de medidas efectistas para seguir, pero que carece de un vínculo orgánico con los amplios sectores de la población. Los límites de Vizcarra son evidentes, el pueblo ha dado un mensaje contundente: cambio. Este cambio sólo llegará con una Nueva Constitución que refleje una correlación de fuerzas distinta donde el continuismo neoliberal corrupto sea derrotado. Ese escenario no va a ser un regalo, será fruto de nuestro trabajo político, unidad y audacia.


Escrito por

Arturo Ayala Del Río

Ciencia Política- Maestría en Sociología UNMSM. Dirigente de Patria Roja.


Publicado en

Blog de Arturo Ayala Del Río

Para reflexionar y debatir.