El laberinto de David Roca
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El llamado de Roca es en vano. Podemos decir con orgullo que no encontrarán en nuestras líneas algún llamado a la división de partidos hermanos, esa no es nuestra política. Creemos que la izquierda necesita de partidos sólidos y con una fuerte vinculación con el movimiento social. Por ello partimos de la realidad y hoy trabajamos para aportar a la construcción de la unidad de la izquierda, sin que las acciones aisladas de unos cuantos individuos lo impidan.
El país vive una coyuntura compleja frente a la cual las fuerzas progresistas y de izquierda necesitan de unidad y visión estratégica. En medio de ello, el diario Exitosa nos dedica su portada, acusándonos de rendir homenaje a Stalin, con la clara intensión de dividir y golpear a la izquierda. El Sr. David Roca, militante de Tierra y Libertad, hace fuerza común con esta prensa de derecha. Arremete y divide el campo en torno a la valoración de Stalin y la condena a un homenaje que nunca existió. Roca, congelado en el tiempo y con un fuerte dogmatismo, es un caso que puede y debe servir para nuestra educación política.
La subjetividad de Roca fuerza la realidad de acuerdo a su interés y lo arrastra a la mentira. Nunca se realizó algún homenaje a Stalin de nuestra parte, cuestión que tendrá que aclarar en honor a la verdad. Por otro lado, estamos en todo nuestro derecho de realizar los eventos que consideremos pertinentes, la intromisión de Roca y otros es una injerencia intolerable. Roca cae en lo que tanto critica, en el totalitarismo, en la lógica de discurso único, de una supuesta “unanimidad histórica” y excluyente. Para Roca nadie que tenga una valoración distinta de Stalin tiene lugar en la izquierda, y debe ser objeto del acoso y la denuncia pública. El regreso de la inquisición.
Nuestra valoración de la diversidad ideológica y política es diferente. Entendemos que mientras más puntos de vista y enfoques existan y se interrelacionen en un franco y sincero debate, más consistente será la unidad y más poderosa su acción. “Permitir que 100 flores florezcan y que cien escuelas de pensamiento compitan” como diría Mao.
Roca prosigue:
“No se puede librar de responsabilidad sobre ese gesto a los dirigentes antiguos de ese grupo políticos que con esto, nos señalan sus principios rectores. Pero quizá haya que explicarles a los más jóvenes algunas cosas que seguramente ignoran”
Repite y aplica uno de los peores métodos que se han usado contra la juventud. La idea de que los jóvenes son “niños grandes”, los cuales no pueden tener criterio u opinión. Esta subestimación y menosprecio viene acompañada de un inadecuado y desproporcionado llamado:
“A la juventud de Patria Roja habría que llamarla a rebelarse contra sus mentores... Y al resto de la izquierda a subrayar su distancia con tal declaración de principios”.
Roca pretende enfrentar a “jóvenes y viejos”, artificial dicotomía debatida y superada en nuestro Partido. Y si hay algo contra lo que debemos rebelarnos, es contra los ataques externos, contra los actos infraternos y contra la mentira, que busca aislarnos y dividirnos. Nuestro partido es una institución con historia, que resistió dictaduras, pero que no vive de la nostalgia del pasado ni de idealizar el futuro.
El llamado de Roca es en vano. Podemos decir con orgullo que no encontrarán en nuestras líneas algún llamado a la división de partidos hermanos, esa no es nuestra política. Creemos que la izquierda necesita de partidos sólidos y con una fuerte vinculación con el movimiento social. Por ello partimos de la realidad y hoy trabajamos para aportar a la construcción de la unidad de la izquierda, sin que las acciones aisladas de unos cuantos individuos lo impidan. Creemos, también, en la renovación como una necesidad. Una renovación planificada, ordenada y cualificada, la cual no debe ser sinónimo de fraccionamiento y división, como algunos entendieron durante su militancia política. El PC del P - Patria Roja ha empezado ese proceso hace un buen rato.
Finalmente, Sr. Roca, como una sugerencia personal, no desperdicie el espacio que tiene en esa importante revista dedicándose a exponer debates secundarios de la izquierda, en lugar de ser una tribuna de denuncia contra el modelo neoliberal y la injusticia reinante.