Fruto de las acertadas gestiones de la sección francesa del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) es que el día 22 de julio de 1965, alrededor de un mes después de iniciadas las acciones armadas del MIR , se emitió una declaración de solidaridad en París (Mercado, 1967), firmada entre varios intelectuales por Mario Vargas Llosa y Julio Ramón Ribeyro.

En aquella ocasión nuestro "Nobel" adhería a la "aprobación de la lucha armada iniciada por el MIR". Hoy esto parece imposible, Mario Vargas Llosa se ha convertido en el principal representante del modelo al cual antes combatía, y en el "aval" de un gobierno muy parecido al del primer belaundismo frente al que los miristas se levantaron, un gobierno que prometió cambios que nunca cumplió.

A pesar de las diferencias ideológicas y políticas que uno pueda tener con las posturas y acciones del MIR, hoy a 48 años del asesinato de su líder Luis de la Puente Uceda, en Choquellohuanca (Cuzco), es importante recordar lo que en un momento significó este proyecto: la esperanza de la lucha contra el latifundio y la entrega de decenas de jóvenes impresionados por la Revolución Cubana. Años después, el terrorismo senderista se encargaría de confundir a la población en cuanto a la historia de grupos como el MIR y el ELN, que son parte de la historia de la izquierda peruana.

La historia del MIR, el contexto de aquella época y alguna apreciación más seria sobre el papel de Luis de la Puente, necesitan una mayor extensión y profundidad. Este es, simplemente, un pequeño homenaje.